EL NARCO DIARIO DE JUAREZ ESCONDIO UNA CARTA DE DENUNCIA QUE RECIBIO DE PARTE DE UN CIUDADANO QUE FUE AFECTADO POR LAS OCURRENCIAS ALCOHOLICAS DE NUESTRO ZONZO ALCALDE QUE AHORA HASTA TRANSITO SE CREE EL PENDEJO
TETO PENDEJO MEJOR PONTE A PAVIMENTAR JUAREZ Y A PONER EN ORDEN A TU FAMILIA QUE YA NO HAYA COMO SEGUIRNOS ROBANDO
ASI GOBIERNAN LOS PRIISTAS ABSTENTE DE VOTAR POR EL PRI
Cartas: se queja del alcalde
17 de Noviembre del 2006
Actualizado: 3:30:05 AM hora de Cd. Juárez
Martín Díaz
El domingo 12 de noviembre, mi familia y yo circulábamos por la calle Juan Kepler, que tiene una vuelta continua sin necesidad de hacer alto para tomar la avenida Tecnológico, incluso protegida con topes. Después de tomar esa vuelta e ingresar a la avenida Tecnológico, a la altura del Motel Lebarón nos tocaban el claxon un carro blanco y una camioneta del mismo color, a la vez que sus ocupantes nos gritaban.
Pensando que querían meterse en el carril de la orilla por el cual circulaba yo, les hice señas de que pasaran. Sin embargo, el carro blanco de improviso me rebasó y se me atravesó, forzándome a meterme de manera brusca en el estacionamiento de los tacos El Leoncito.
Del vehículo salió un hombre con chaleco negro, un radio en una mano y la otra colocada en un arma que traía enfundada. Me gritó que me bajara del auto, a lo que le pregunté por qué. Me dijo que me hablaba el señor (apuntando hacia uno de los vehículos). Yo volví a cuestionar por qué me tenía qué bajar. En eso, otro hombre en el carro blanco también me gritó que me bajara. Finalmente me bajé con temor y con enojo para ver qué sucedía, porque ya para entonces mi esposa estaba muy asustada.
Cuando me acerqué al carro blanco, el hombre me gritó que me pasé un alto. Le respondí que no, que se trata de una vuelta continua. Usted venía circulando de sur a norte y no hizo alto, me volvió a gritar. Le volví a explicar que no venía de sur a norte, sino que di vuelta de la Juan Kepler a la Tecnológico sin hacer alto, lo cual es permitido, si no no habrían puesto los topes.Entonces el hombre en el carro me gritó: ¿Acaso no sabe quién soy yo? Le dije que no y le cuestioné por qué se me había atravesado a punto de chocarme. Me espetó: ¡Soy Teto Murguía, el presidente municipal! Yo le respondí con mi nombre y lo volví a cuestionar por qué se me había atravesado.
Me preguntó que de dónde soy, a lo que le respondí que de Tepic, Nayarit, pero tengo años viviendo en Ciudad Juárez. Se quedó callado y nuevamente me volvió a reclamar por el supuesto alto que no hice.Con gran prepotencia, el señor me volvió a gritar: pues lo van a multar. Le habló a uno de sus guaruras –
si la ciudad es tan segura como el Sr. Murguía dice, no sé por qué los trae como agentes de tránsito--, me pidieron mi licencia de manejar y se las di.
Luego el alcalde se retiró con tremendo arrancón.Después de esto, el mismo guardaespaldas del Sr. Murguía me dio la razón de que yo venía por buen carril sin pasarme el alto, así como el agente de tránsito que llegó para hacerse cargo, pero no les quedó más remedio que multarme porque eran las órdenes del alcalde. Llegó otro agente que, sin identificarse, tomó los datos de su compañero para asegurarse de que me había multado.Luego, este agente revisó todos los papeles del carro, me pidió el seguro, el engomado ecológico (que estaba pegado en el vidrio, enfrente de él), el recibo de pago de éste (que afortunadamente traía conmigo), tarjeta de circulación. Yo pensaba que hasta la factura del carro me iban a pedir, o mi cartilla de vacunación.
Esta queja pública es para dar a conocer los hechos como fueron, dado que
el Sr. Murguía me pareció muy soberbio e intransigente, y
en lugar de ponerse a revisar la seguridad de la ciudad, el mal estado de las calles, la falta de parques recreativos, etcétera, se pone a hacerla de agente de tránsito y para colmo sin tener razón, intimidando a los ciudadanos, atravesándoles su carro con el riesgo de un choque, con sus guaruras armados asustando a familias (que a propósito, son más amables que el mismo presidente municipal).
Parece que al alcalde le molestó más el que no lo reconociera a él, que el supuesto alto que me pasé, dada la actitud que asumió y la cara que puso cuando le mencioné que no sabía quién era.Mas no contento con haberme detenido a mí, un poco más adelante pude ver que detuvo a otras personas.
Recurro a esta casa editora porque como ciudadanos no tenemos otra forma de quejarnos por funcionarios públicos soberbios que hacen funciones que no les corresponden. Por lo que se ha visto, al Sr. Murguía le ha gustado más la función de agente de tránsito que la de dirigir a la ciudad.